¿Cómo priorizar proyectos de Innovación en tu organización?

En el mundo empresarial actual, las ideas sobran. Lo que falta es prioridad.
Muchas organizaciones caen en la trampa de querer innovar en todas las direcciones al mismo tiempo — y terminan diluyendo esfuerzos, recursos y resultados.

La verdadera innovación estratégica no se trata de hacer más, sino de hacer mejor. Y eso empieza por saber qué proyectos merecen tu atención, tiempo y presupuesto.

1. Vincula la innovación con la estrategia del negocio

Innovar por innovar es un lujo que pocas empresas pueden permitirse. Todo proyecto debe responder a preguntas clave:

  • ¿Aporta valor directo a la estrategia corporativa?

  • ¿Resuelve un problema crítico o mejora una ventaja competitiva?

  • ¿Está alineado con nuestras capacidades actuales y visión de futuro?

Un proyecto puede sonar disruptivo, pero si no empuja los objetivos estratégicos, es una distracción.

2. Evalúa impacto vs. esfuerzo

Una herramienta simple pero poderosa es la matriz de Impacto vs. Esfuerzo.
Te permite clasificar los proyectos en:

  • 🟢 Bajas frutas: Alto impacto, bajo esfuerzo → ¡Prioridad total!

  • 🟡 Apuestas estratégicas: Alto impacto, alto esfuerzo → Planificación cuidadosa

  • 🔵 Proyectos rápidos: Bajo impacto, bajo esfuerzo → Delegables o descartables

  • 🔴 Monstruos devora-recursos: Bajo impacto, alto esfuerzo → Elimínalos

Este enfoque visual ayuda a alinear equipos y evitar decisiones emocionales.

3. Consulta y co-crea con stakeholders

No priorices en una burbuja. Escucha a:

  • Equipos comerciales: ¿Qué necesitan tus clientes ahora?

  • Tecnología: ¿Qué es viable implementar a corto plazo?

  • Finanzas: ¿Qué retorno es razonable esperar?

  • Liderazgo: ¿Qué visión quieren consolidar?

La innovación efectiva es colaborativa y conectada.

4. Considera la madurez del proyecto

No todos los proyectos están en la misma etapa. Algunos apenas son ideas sueltas; otros ya tienen prototipos o validación de mercado.

Aplica un marco como TRL (Technology Readiness Levels) o fases como:

  • Idea exploratoria

  • Concepto validado

  • Piloto funcional

  • Escalamiento

Entre más avanzado el proyecto y mayor la evidencia de impacto, mayor su prioridad.

5. Define un portafolio balanceado

Evita apostar todo a una sola categoría. Un portafolio de innovación sano combina:

  • 💡 Proyectos incrementales (mejoras al negocio actual)

  • 🔄 Proyectos adyacentes (nuevos canales, audiencias o modelos)

  • 🚀 Proyectos transformacionales (cambios radicales de oferta o mercado)

Este equilibrio mitiga riesgos y garantiza resultados en el corto y largo plazo.

6. Revisa y re-prioriza de forma continua

Las prioridades de hoy pueden no ser válidas en seis meses. El mercado cambia, las tecnologías evolucionan y los recursos se ajustan.

Implementa ciclos de revisión trimestrales o semestrales, con indicadores claros, feedback de usuarios y métricas de valor.

La flexibilidad es parte del ADN innovador.

Priorizar proyectos de innovación no es eliminar ideas — es darles su lugar adecuado en el tiempo correcto.
Una buena priorización:

✅ Maximiza el retorno de la inversión
✅ Aumenta el foco del equipo
✅ Reduce desgaste y frustración
✅ Y acelera el impacto real en el negocio

¿Tu organización ya tiene una metodología clara de priorización?
Si no, es el momento de construirla — y acompañarte de personas y aliados que conviertan esa visión en acción.

Contactanos y con gusto te podemos apoyar:

Next
Next

Cómo desarrollar una estrategia corporativa basada en tus datos internos